sábado, 26 de marzo de 2011

EL DERECHO A NACER DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD

A José Manuel: Si tu madre hubiera  abortado, tú y yo no seríamos hoy marido y mujer y el mundo se habría perdido conocer un amor como el nuestro.

martes, 22 de marzo de 2011

Cody's Story



Sin comparación alguna, me recuerda mi niñez. Yo comencé a caminar a los cinco años con dos aparatos ortopédicos que fabricaba mi padre con ayuda del herrero. Por la noche utilizaba otros dos, y un arco de madera con una bombilla proporcionaba calor a mis piernas para facilitar la circulación sanguínea. Aprendí a flotar en una especie de alberca de cemento que construyó mi padre en el patio (cada vez que entraba, subía el nivel del agua unos centímetros), y a nadar en un río de aguas cristalinas en el que había ranas, libélulas y cangrejos. Luego, perfeccioné mi estilo en las piscinas y, si hubiera tenido oportunidad, podría haber competido con otros discapacitados. Incluso lo hago mejor que muchas amigas sin discapacidad, jajaja.

Ahora, después de más de quince intervenciones quirúrgicas, no utilizo aparatos ortopédicos; sólo dos bastones de codo.
Por favor: no se pierdan este vídeo. Cuando lo muestro a conocidos, me dicen: "¡póbrecito!". A lo que contesto: "pobrecitos los niños que no pueden gozar de una infancia como la de Cody". Cody tiene una infancia feliz, pero hay muchos niños sin discapacidad que no la tienen. La diferencia estriba en que Cody se siente amado por SUS PADRES. LA FAMILIA juega un papel importantísimo en el desarrollo y madurez de los niños, sean o no discapacitados. Yo no diría de Cody: "¡Pobrecillo!". Es un ejemplo de superación y se le ve contento. Gracias por seguir este blog. Es un trocito de mi persona que disfruto compartiendo con ustedes.

martes, 15 de marzo de 2011

Dolor de cabeza, subida de tensión y estreñimiento

     Hoy mi madre se ha encontrado regular: dolor de cabeza, subida de tensión y estreñimiento. Le he dado lo habitual en estos casos y mañana avisaré al médico para comentárselo. Anoche no durmió nada (no sé qué le pasaría); yo tampoco, porque duermo con ella, pendiente de la temperatura y de su estado, y también para acompañarla. Hace mucho tiempo que no duermo. Alguna noche descanso pocas horas; siempre con un sueño ligero para captar cualquier señal de mi madre. Cuando se encuentra mal palmotea o dice frases sin sentido pero no sabe expresar qué le ocurre. No le doy ningún tranquilizante porque si lo hago pierde las fuerzas y se queda "drogui". Yo, por mi parte, mitigo los efectos del "insomnio" tomando vitaminas, jalea real y potingues similares, porque si no, paso el día por los suelos. Noto falta de memoria y cansancio. Me expreso de forma inadecuada, por lo que pido perdón a los que estéis leyendo estas palabras. Son  muchos los días, meses y años luchando en el frente del sufrimiento, la enfermedad y la vejez. Cuando la vejez conlleva una degeneración de este calibre, el frente consiste en acompañar a la persona en su camino hacia la muerte; todo lo contrario de la tarea de cuidar a un niño, a quien se acompaña en su crecer hacia la vida.

   Ya tengo el esquema de mi próximo libro. Por supuesto, no es lo que pensaba haber hecho en un principio por falta de tiempo y concentración. Me hubiera gustado componer poemas de más categoría, pero he tenido que utilizar composiciones antiguas sin corregir. Tengo el título también, y es realmente sugestivo. Estoy deseando verlo publicado. Os encantará.

   No penséis que me quejo de nada. Creo que estoy haciendo lo correcto. La indefinible ternura que siento por mi madre, un ser completamente indefenso que depende totalmente de mi, llena mi espíritu de felicidad. Parte del sufrimiento que experimenta mi corazón radica en la enorme RESPONSABILIDAD que cae sobre mi; más bien, que he asumido consciente de sus consecuencias. También experimento en esta aventura en la que estoy embarcada, una profunda SOLEDAD. Se trata de una soledad existencial, puesto que no me falta el apoyo de mi marido que, como ya expresé en otra entrada de este blog, está sufriendo también las consecuencias. Amo profundamente a mi madre y a mi marido -por supuesto, con amores distintos-. Ellos son mi vida, mi familia y mi hogar.

domingo, 13 de marzo de 2011

Publicación de este blog

     Otro día, Señor: otro día de sufrimiento y de zozobra, no tan intensa como las de otros anteriores. Hoy me han preocupado, especialmente, los problemas para tragar y el estreñimiento de mi madre. La cuestión es estar siempre con el alma en vilo.
He revisado una entrada de febrero y ahora me doy cuenta de que "LA FLOJEDAD" de mi madre fue debida a una BAJADA DE SODIO. Lo tendré en cuenta para, en otra ocasión, pedir UNA ANALÍTICA.

   Creo que voy a dejar abierto al público este blog. Es muy personal, pero al fin y al cabo, no me importa que se lea. He notado mucha inquietud en la primera entrada al trasladarla a Facebook, pues mis amistades han leído por primera vez algo sobre mis sufrimientos y parecen no estar preparadas para asimilarlos a mi forma de ser y personalidad. Pero yo necesito expresar lo que siento. Y lo hago aquí, en esta página.

   Le pido al Señor que se inicie un período estable, de tranquilidad, para que mi espíritu encuentre sosiego. Yo intentaré relajarme pues, tras la salida del hospital, lo peor debe haber pasado, supongo. Me gustaría retomar PROYECTOS: un poemario, lecturas interrumpidas, una novela y refrescar mi inglés, por ejemplo. Intentaré encontrar ratitos perdidos para ellos. No debo perder mis ilusiones. También me gustaría vivir más profundamente esta Cuaresma, aunque eso, creo que lo tengo en casa si sé llevar, del modo adecuado, mi propia cruz.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Mi esposo

     Después de tres, primero, y luego díez días en el hospital, mi madre se encuentra mejor, más despierta y animada y, no obstante, mi corazón se siente sobrecogido, gris, amorfo como el día. Noto la opresión producida por la responsabilidad y el cansancio. No sé si algún día podré recuperar mi ilusión.

   ¿Por qué el cuerpo de mi marido ha de acusar tan severamente todo esto? Siempre asumo las consecuencias de lo que hago o lo que decido, pero nunca pensé que le haría tanto daño al decidir cuidar a mi madre. Él lo asume con gusto por amor, pero yo siento una profunda tristeza. No quería hacerle daño. Pensé que el daño sólo lo recibiría yo.