viernes, 11 de febrero de 2011

PRIMAVERA

Jueves. Un nuevo día de trasiego y zozobras. Mi madre, adormecida y floja; Manolo, todavía sin despegar, con los resquicios de dolores y la musculatura debilitada.

Hoy parece que despunta la primavera. Esta mañana el canto de los gorriones sonaba distinto, más intenso y alegre. Creo que el invierno empieza a remitir.

Añoro los días tranquilos y poder leer y escribir a pierna suelta. De momento me consolaré con este diario, aunque no use la pluma, mi instrumento favorito.

Tengo en mente abrir otro blog en el que pueda expresar mis sentimientos religiosos. Muchas ideas y poca acción. Siento un vacío muy hondo, pero también la inquietud por retomar viejos proyectos que salpiquen mi espíritu con el néctar de la ilusión.